Nuestra historia inicia a partir de una vivencia. Cuando la familia Gómez Arley está viviendo el embarazo de su hija Jimena, a las 28 semanas de gestación recibe el diagnóstico de que su hija padece una cardiopatía congénita severa, y a partir de ahí, se inicia toda una lucha a la par de Jimena y bajo la guía de Dios, para hacer todo lo que humanamente era posible para ayudarla. A ellos se unen diferentes personas, a los que han llamado “ángeles”, y todos luchan junto con Jimena para ir dando los pasos que Dios y la vida fueran guiando y permitiendo. Durante todo este camino, tienen la oportunidad de conocer “el mundo de los hospitales”, donde probablemente no se quisiera estar, pero es necesario en estos casos, e identifican una serie de necesidades que tiene la gente que pasa sus días en estos lugares, y no solo aquellos que padecen la enfermedad, sino también los que le acompañan. Jimena y su familia tuvieron estas vivencias tanto en Costa Rica, como en otro país, lo que les permitió ver que las necesidades son las mismas, sin importar el lugar donde se esté, pero las condiciones pueden ser distintas, y eso puede marcar una gran diferencia en como se vive esa experiencia. Es así como Dios, a través de Jimena, desde su gestación y durante sus dos años de vida que le permitió vivir, le muestra a su familia todo un “mundo” donde hay un gran trabajo por hacer, y es a raíz de esto, que nace la iniciativa de proyectarse para cubrir necesidades básicas (físicas y emocionales) de aquellas familias que pasan por este tipo de vivencias, y en medio del dolor que sufren, dar un poco de alivio y soporte. Es así como nace Fundación Hogar Jimena De Corazón a Corazón.